
Publicado por Gastón Buet en el Facebook de Campamento Calá
«El 3 de febrero de 1852 no es el triunfo del federalismo sobre el unitarismo, de un sistema sobre otro sistema, o de un régimen sobre otro régimen, sino el olvido del pasado bajo la inspiración de la nacionalidad, el dictado único del bien del país, cansado de luchas desoladoras, de esperanzas siempre truncas, de aspiraciones incumplidas, de sacrificios estériles, de sangre derramada en vano, de opresiones permanentes, de personalismos avasalladores, de atonía nacional, de inercia que lo cubría todo, de horizontes cerrados por la obsecuencia y el servilismo, de la cátedra del miedo cerval, que estrangulaba las gargantas y limitaba las conciencias» (Leandro Ruiz Moreno).
«…los mal intencionados comentarios de los enemigos políticos de Urquiza, acerca de que en Caseros “no había enemigos” y que “nadie peleó”, proferidos para disminuir el mérito del vencedor en una de las dos batallas más trascendentales disputadas en suelo argentino. Pues la batalla de Caseros junto con la batalla de Tucumán cuarenta años atrás significaron nada menos que Independencia una y Constitución la otra». (Isidoro Ruiz Moreno).
«Como se ve, no es nuevo el intento de retaceo de la gloria de Urquiza; por ello, tampoco nos debe extrañar que se dijera que la victoria había sido lograda bajo la conducción de un general extranjero…» (Leandro Ruiz Moreno).
Sin embargo tenemos como muestra los datos documentados. Benjamín Virasoro, en su parte después de la batalla, dice que quedaron 3000 cadáveres y 8000 prisioneros enemigos. La pérdida por nuestra parte fue de 100 hombres muertos.
Urquiza escribió al Gobernador Delegado, Crespo:
“Después de una lucha a muerte durante seis horas consecutivas, las falanges del Grande Ejército Libertador han derrotado completamente a las hordas envilecidas del Tirano”.
Eso que se dice que «no había enemigos» en Caseros, o que «nadie peleó» o que «fue solo un trámite de pocos minutos» lo inventaron los enemigos políticos de Urquiza que aliados antes y sin que todavía se hubieran enfriado los cañones pensaban en quedarse con el mérito.
A pesar de todo el Gral Urquiza demostró su inquebrantable voluntad de lograr la unión de la familia argentina, pone en evidencia un profundo sentimiento argentinista y su desvelo para asentar el régimen jurídico».
A diferencia de lo que Rosas o Sarmiento, Mitre y sus aliados del puerto hubiesen preferido no sale a degollar gobernadores. Los convoca en un acuerdo para poner fin a 43 años de guerras civiles, atraso, económico, educativo y social y será entonces desde San Nicolás dónde ese acuerdo dará a luz a la República Federal Argentina convirtiendo a Justo José de Urquiza en un nuevo padre fundador en el panteón de los hombres fundantes.